Han pasado ya ocho años desde que la segunda guerra mágica terminó y desde aquel día en el que Harry Potter se vio obligado no solamente a detener, sino matar al oscuro Lord Voldemort, las cosas parecen haber seguido su camino de manera natural y correcta, brindándole a cada individuo de la comunidad mágica la vida tranquila que tanto ansiaban y merecían.
Muy a pesar del "niño que vivió" la comunidad sigue alabándole, al pendiente de cada uno de sus movimientos e incluso intentando imitar su estilo de vida, después de todo no es de sorprenderse que el matrimonio Potter tenga una vida plena feliz y perfecta, claro obviando el hecho de que después de tantos años no han logrado tener hijos.
El mundo mágico es tan vulnerable y fácil de manipular, ¿Seguirían amando a su gran salvador, si se enteraran de la verdad?
Tras la muerte de sus padres, Evie debe dejar su vida como pogue atrás. Ahora, su tutela pertenecerá a su tía materna, lo que la llevará a vivir en Figure Eight y por tanto alejarse de sus amigos. Sin embargo, ahora otra clase de personas aparecerán en su vida.