Cuando ellos llegaron, la humanidad se había expandido por casi toda la galaxia, creando colonias en todos los planetas capaces de albergar la vida tal y como los humanos la concebimos, saltando de planeta en planeta aunque de forma tosca y primitiva si la comparamos con la que poseemos en la actualidad. Por ese motivo, cuando los Jinetes del Viento cruzaron las fronteras de nuestra galaxia, fueron imparables, arrasándolo todo a su paso. Sin motivos, sin preguntas, sin piedad, en apenas unos meses habían reducido el imperio humano a los restos humeantes de las miles de colonias que antaño se habían erguido orgullosas brillando en la eterna oscuridad del espacio.
Nadie sabía de donde provenían y ni por qué nos atacaron así.
Lo único cierto es que en poco tiempo esclavizaron a todos los humanos.
Y así habría seguido por tiempo indefinido si no hubiese sido por la heroica actuación de los que lucharon contra esa cruel y despiadada invasión.
Este relato intenta ser una recreación de aquellos oscuros días, un tributo a todos esos valientes que lucharon contra los Jinetes del Viento y al mismo tiempo pretende ser un recordatorio, pues no debemos olvidar que algún día ellos pueden regresar.