Dos adolescentes bandidos se encontraban robando en una tienda sus nombre eran Jeralys , Daniel , ellos dos eran hermanos , sus padres habían muerto en un accidente automovilístico, los doctores no pudieron salvarlos, tuvieron muchos problemas por la paga de la casa que tuvieron que abandonarla, la solución para poder vivir sería robar. Jeralys era muy inteligente y experta en disimular, Daniel era bueno robando y escapando de los policías { por ayuda de su hermana }.
Dos hermanos que eran multimillonarios estaban buscando sirvientes para que limpiaran su casa y ordenaran todo el lugar. Sus nombres son Charlot y Owwin , los hermanos eran muy populares, padres murieron en un viaje de avión, ellos fueron criados de forma muy estricta, Charlot le gustaba las peleas y las personas que le gusta estar molestando por qué para ella era diversión, A Owwin le gustaba casi lo mismo pero el casi nunca se metía en peleas ni alborotos.
[ esta historia será yaoi y yuri si no les gusta este contenido puede salir de esta historia con gusto :) ]
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.