Adara
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Ongoing, First published Aug 03, 2018
En una de las sillas de la comisaría se encontraba Adara con lágrimas secas cubriendo sus mejillas y una chaqueta de policía, que claramente no era de su talla, apoyada en sus hombros. Su pelo, el cual su madre solía comparar con el oro por su color, ahora parecía más un nido de pájaros. Su vista estaba clavada en el suelo y su cara no mostraba ninguna emoción pero en realidad estaba sintiendo un remolino de emociones que nunca antes había sentido. Las imágenes de lo vivido  horas atrás se repetían una y otra vez en su cabeza sin descanso.

El sonido de la puerta abriéndose bruscamente hizo que la niña volviese a la realidad y fijase su atención en el hombre que acababa de entrar. El mismo hombre que se haría cargo de ella a partir de ese momento.

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Esta es una novela original y queda prohibida su copia y/o adaptación.
La historia se actualizará completa próximamente.
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#145señor
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//Segunda parte de Querido Jefe Narciso// -¿Desde cuándo hace que te estás reprimiendo? -le pregunté, deteniendo su plan de huida. Él frunció el ceño, y vi cómo apretaba los puños a ambos lados de su cuerpo, intentando mantener la calma. -No sé de qué me hablas -gruñó, poco convincente. Una sonrisa se formó en mi rostro, viendo cómo se giraba lentamente hacia mí, muy a su pesar. -Creo que sí lo sabes -reí, cruzando tentativamente mis largas piernas. -No. -Puedes dejar de hacerlo -murmuré, ladeando ligeramente la cabeza, provocando que uno de los mechones oscuros de mi cabello cayera sobre mi rostro. Él se dio cuenta de ello, y cerró los ojos, apretando todavía más los puños. -Repito que no sé de qué me hablas. -Sé que quieres besarme. Apretó los labios, y supe por su reacción que había dado en el clavo. -¿Qué? -dijo en un hilo de voz. -Hazlo. -¿El qué? -Bésame de nuevo, Narciso.