Una historia bifronte que alterna, capítulo a capítulo, mis experiencias en esa máquina infernal que denomino "la cafetera", con un tratado (en sentido médico, científico del término) de las tetas. Bifronte, sin embargo, ¿hasta dónde? ¿En un viaje, no hay siempre un punto de llegada? ¿No será, ese punto, un final, el final de la historia, pero también una reunión, un encuentro?
Un "trip" es un viaje. Se denomina así, también, al efecto producido al consumir LSD.
¡Bienvenidos sean, entonces, a este viaje lisérgico!