Confundir a tu vecino con un ladrón, tirarlo al suelo y practicar una detención, no es la mejor manera de comenzar una relación. Zabdiel de Jesús aprendió esa lección por el camino difícil, uno que lo llevaria a haver hasta lo imposible para hacerse perdonar, aunque para ello tuviese que declarar la guerra a su caliente y apetitoso compañero. Christopher Velez tiene clara una única cosa: odia a su vecino con todo el alma. No solo lo confundió con un ladrón, lo tiró al suelo y, para su eterna mortificación, le vio el culo, el maldito policía está decidido a obtener su perdón aunque para ello deba utilizar métodos poco ortodoxos. Unos que pueden conseguir que delire de placer o pierda la cabeza por completo. Después de todo, nadie dijo que en el amor y en la guerra no se hacían prisioneros. . . . . Creditos a la autora Historia chrisdiel