Hay un gran juego de palabras detrás de cada pronunciación, hay muchas cosas que se confunden en la vida, tanto el amor como el interés, o las personas.
Sí, las personas se confunden, se pueden confundir genios con maniáticos, aunque amabas cosas se llevan bien de la mano ¿no?.
Se confunden con los falsificadores de obras de arte, por ejemplo, dicen que eso no es arte, pero en realidad cualquier cosa es arte mientras otro lo disfrute.
Pero, el error más común son los monstruos y los humanos. Cuantas veces escuchamos a alguien decir que es un monstruo, a tal persona, como Hitler. Pero nuestro error es que no tendríamos que decir que es un monstruo, por que es un humano y hasta los monstruos pueden ser mejores que otros humanos.
La gran verdad es que los monstruos tendrían que decir que tal es un humano.
Por que todos los monstruos son humanos.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.