¿Sentiste alguna vez que no perteneces a ningún lugar? ¿Que una parte tuya te falta? ¿Qué es la pieza más importante? ¿Cómo te sentirías si toda tu vida fuese inventada para alejarte de la real? ¿Qué le dirías a la gente si tu familia estuviese lleno de brujas, demonios y demás cosas subnormales? Apartando el sin fin de preguntas existenciales, estaba Meredid que vive en una sociedad en la cuál no creen en demonios ni en ángeles, donde prefieren creer en un humano antes que nada. Y ella, para su extraña mala suerte, no le tocó ser parte del 98 % de la humanidad normal.