La monotonía en la que vivía parecía perfecta para Dulce, tenía un novio perfecto, un hermano perfecto y una familia perfecta. Pero todo cambia en algún momento, y para ella, todo cambió cuando se vio obligada a conocer al testarudo y orgulloso mejor amigo de su hermano. Su monotonía desaparecía a paso rápido con cada luna llena y nada volvió a ser como solía. Las noches se convertían en sonrisas y sus sueños en remordimientos. Y aunque día a día luche contra sus sentimientos, Dulce descubrirá muy a su pesar que no es la única persona que guarda un gran secreto. La tímida chica cliché descubrirá que nadie es perfecto y su monotonía no era más que una mentira muy bien preparada.