Las revelaciones son como epifanías. Son como supernovas que te machacan completamente, o eso dicen. O la historia donde Kirishima casi se ahoga bebiendo de una lata de refresco, y Bakugou se da cuenta de que está enamorado de ese idiota pelo-pincho. (Esta historia no es mía, es una traducción. Más detalles al principio de la obra.)