Cupido estaba un poco ebrio y lanzó dos flechas en sentidos no correspondientes, de la manera en que dio el comienzo a la historia de amor más tonta que jamás haya existido, sí mi historia. El un muchacho desinteresado sólo queriendo vivir el momento de la manera en que fuera sin importarle mucho las cosas primordiales de la vida popular dentro de su entorno y con un montón de admiradoras, luego estoy yo una niña porque sí soy una niña de 14 años tímida con pocas amigas y un miedo inexplicable a que las cosas me salgan mal. Con estas personas tan diferentes comienza esta historia