La calma se produce
en un sinfín de devenires
que asombran los espasmos
de un corazón inherente,
inherencia letal,
letal como el polvo
en los zapatos,
zapatos en décadas,
décadas en momentos,
momentos en decibelios,
decibelios en vida,
vida que florece en música,
música que florece,
música que toca,
música que languidece,
música que provoca
el desenfreno de las luces
que vagan en el universo de su piel,
piel que envenena,
piel que apega,
piel que juega,
piel que coquetea,
piel que gusta.