Y lo ví, y él me miró y bajó la mirada. Y en ese momento mi corazón se rompió en dos. Después de seis años llorando por él, intentando localizarlo, ahora hacía como si no me conociese de nada. Lo peor que él sabía perfectamente que era yo. Y yo como una tonta ilusa esperaba un saludo del hombre que me abandonó. Basada en hechos reales.