Después de la trágica muerte de sus padres, Rainer Laurent ha decidido vivir su vida hundido en el más absoluto desorden, confusión y extrema oscuridad.
Después de haber vivido en su infancia numerosas experiencias humillantes y ser decepcionado por su familia, Rainer ha dejado de creer en las personas y en las cosas. ¡Está convencido de que la vida es simplemente absurda y sin sentido!
La decisión de Rainer ha causado gran conmoción entre los ángeles custodios. Los ángeles no pueden permitir que continúe con su decisión, porque sería el fracaso de su misión. Para resolver la emergencia, los arcángeles han enviado al ángel Daniel para cuidarlo.
Como custodio, Daniel tiene la obligación de cuidarlo y protegerlo de cualquier peligro, debe hacerle comprender que está en el mundo para vivir la vida con sentido, amar y ser amado por todos.
Pero toda misión tiene sus riesgos, y Daniel debe cumplir el siguiente límite: No tiene derecho a establecer con él ningún tipo de relación excepto el de ser su ángel protector y el solamente su custodio.
Tendrá que enfrentarse a la sombra del anterior custodio que cuidó de Rainer hace un tiempo atrás.
Daniel deberá evitar por todos los medios enamorarse de su custodio, mantener alejado su angélico corazón de todo sentimiento humano si no desea vivir encerrado en una mazmorra, lejos de Rainer, escuchando a lo lejos su voz agonizante.
Con el pasar del tiempo, Daniel entenderá que la vida misma lo ha colocado entre la espada y la pared... respetar el límite inquebrantable no le ayudara a conservar la paz de su alma. Quebrantar el límite implicara aceptar una experiencia totalmente desconocida que le hará preguntarse seriamente por el sentido de su existencia.
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Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.