Me temo que está condenada a vagar eternamente en su alma señorita. Sus ojos gritan que aún sigue atrapada, gritan, pero no piden ayuda, no quieren ser rescatados, quieren que los consuelen y envuelvan en un manto de amor puro y verdadero. Querida dama, me pregunto que demonio más demente se ha vuelto su obsesión esta vez. ¡Ay Señorita! Su mentesita ha creado las metáforas perfectas para lo imperfecto de su amor no correspondido. El amor idealizado hasta las entrañas, con metáforas extravagantes e ideas utópicas envueltas en una MARAVILLOSA paradoja.
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