"Niña, pero ¿tú eres estúpida? ¡No puedes ir por la calle mirando el móvil!" Al escuchar eso, levantó la cabeza, y vio a un hombre de unos cuarenta años, con gafas y el pelo peinado con unas ligeras ondas. Vestía un abrigo marrón largo y unas botas negras. Pensó que era el hombre más guapo que jamás había visto. Sin contestarle, tal vez por vergüenza al ver a semejante hombre, recogió las dos bolsas, entregándoselas sin mirarle, murmurando un "lo siento". El hombre cogió las bolsas bruscamente. "¿No sabes mirar a los ojos cuando te hablan, niña? La próxima vez mira por dónde vas" Resopló mientras la miraba con desdén. Ella simplemente se apartó, sin mirarle, mientras murmuró entre dientes: "viejo de mierda".