Cuenta la leyenda que una vez existieron tres libros sagrados portadores de poderes inimaginables: el que nació por un rayo de sol y uno de luna; el que nació a partir de las entrañas de la madre tierra; y el que nació forjado de fuego infernal. En el momento en el que ella sujetó aquel libro, no notó nada extraño a excepción, quizás, que había una única palabra impresa en la portada: «Terra».