-¡No!- dice liberándose de mi agarre- ¡No me toques! -¡Joder, Davina!- digo ya desesperado- ¿Enserio crees esas mentiras? -¿Mentiras?- dice riendo sin gracia. -Si, eso son. Mentiras. -¡Tienen pruebas, maldición!- me espeta. No sé que responder a eso. Me han tendido una trampa y le he ocultado cosas, tiene razones para no creerme. No quería que esto llegara tan lejos, pero no hay vuelta atrás. Al ver que no respondo, continua. -Quisiera... quiero darte la oportunidad de la duda- hace una pausa como si estuviera pensando muy bien lo que va a hacer- ¿Por qué debería de creerte? No debería. Soy un mentiroso y no he hecho más que lastimarla, pero no quiero hacerle más daño. -No tienes por qué, pero quiero que tengas algo claro. Te amo, Davina- ladea la cabeza en señal de negación- y sólo a ti.All Rights Reserved
1 part