La heroína de guerra Hermione Granger es contactada por el ministro Kingsley Shacklebolt a unos pocos meses de haber acabado la guerra, las noticias que este trae para ella no son las mejores. Tenía que ser un juego, ¿Parkinson? ni de broma, ella era una Granger en toda regla... o quizá no.
¿Cómo decirle a sus amigos, a los Weasley y a Ronald? No, no y no, un mal sueño, si, eso es.
Ahora, enfrentarse a su nueva familia, si es que así podía llamarle, ellos no eran su familia, no encajaba en este mundo, pero nadie le preguntaba eso, solo la soltaron en un nuevo estatus social, dejándola a merced de todos los que se habían encargado de humillarla en Hogwarts.
Ahora tendría que hacerle honor a su estúpida pureza de sangre.
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Una historia de cómo hubiera sido Hermione en las familias sangre pura desde mi punto de vista.
Es Dramione, pero planeo desarrollarlo poco a poco intentando no forzarlo.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.