«No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia». -Mahatma Gandhi.
Ni más ni menos que la hija del gobernante de Los Emiratos Árabes, Nancy Iben-Khaled. Tras la muerte de su madre, o más bien dicho, el suicidio de ésta, a Nancy se le complica la faena de aguantar a su padre y sus ideas machistas. Cada día que pasa para ella es peor que el anterior, su padre mantiene un "charla" con ella, en la qual le dice que en menos de una semana se casará con un jeque. Es evidente que a él le conviene éste compromiso, y el dinero, títulos y amistades que puede ganar con esta boda, le ciegan, hasta el punto de no importarle vender a su hija, como si de una mercancía se tratase. Veamos que hará Nancy...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.