Una poesía sobre el olor del amanecer
Olor
En el rocío canta un mirlo,
Se disipan las angustias con sus trinos,
Respiro, respiro el olor de la mañana,
Ensanchando el abismo de mi yo desconocido.
Oliendo el aire de su aleteo,
El aliento de sus trinos y suspiros,
Se arquea mi interior dormido,
Elevando lo que respiro hasta la marca de lo permitido.
Lo naranja abierto a la templada melodía,
Vagando sus notas al aire que inspiro,
Pico brillante que exhala sus sonidos,
¡Hay bello mirlo cuánto me haces oler con tus trinos!!
Tu canto natural y ordenado,
Tus saltos espontáneos,
Volando de rama en rama,
Me haces observar lo que huelo como un niño sorprendido.