«¿Qué honor hay en este juego del gato y el ratón, Capitán?» «No lo hay -contestó- Tony Stark me vuelve loco, me insita a romper la amabilidad y paciencia que tengo en mí. Él saca de mi persona el más egoísta y cínico de los orgullos, Tasha. Él quiere jugar; Capitán América odia perder». Donde el orgullo puede más que el amor.