―No me hagas elegir entre tu y ella ―¿Por que? ¿La elegirías a ella?―pregunte con un nudo en la garganta ―Si...―susurró mientras me miraba con lástima―La escogería a ella. Con esas palabras me destrozo, me quemo y me hundió en el más profundo infierno. Mi corazón dejo de latir y mi cuerpo no respondía.