El mundo parece haber cambiado de un día para otro, con nuevas y absurdas normas, disfrazadas de lo correcto, cuando los beneficiados son los únicos que por gracia divina tienen el poder. Creíamos que habíamos evolucionado, milenios vivimos errados, nunca dejamos de ser el hombre del pasado que descubre su pulgar opuesto. Porque eso es lo que veo en todos aquellos ciudadanos, "perfectos", solo primates parlanchines, con mejor olor por el jabón que usan y su posición gracias al apellido que llevan. La poca historia cuenta que los seleccionados son razas indispensables, cuando la verdadera razón es que... todo es una astuta mentira, creada por una mente, perteneciente a una persona, que hasta ahora, nadie conocía.