Todo empieza de la misma manera. Conoces a una persona que te ha movido el mundo y consideras que él podría SER. Él podría ser esa persona que has visto en las películas de Disney. Ese hombre o esa mujer perfecta que, aunque demuestre todo lo contrario a un príncipe, aun así, tú lo ves con "ojos del amor" y luego ¡Pam! Pasa lo que ya todos sabíamos que pasaría. Por supuesto, se convierte en tu ex y quedas con un dolor punzante como si el mismísimo Zac Efron te hubiese rechazado.
No tengan vergüenza si ha pasado cierto tiempo de terminada esa relación y el dolor aún los azota como la primera vez. ¡YA SÉ! Han intentado de todo; hablaron con los ángeles, leyeron todos los libros de auto-superación, pero siguen viendo películas de amor y llega el dolor que te recuerda esa estupenda/terrible pérdida.
Aquí estoy para decirte que es normal que te cueste superar a un ex y mucho más si eres una romántica empedernida como yo y has creído que con esa persona te ibas a casar. El tiempo no importa. Hay relaciones tan intensas emocionalmente que así hayan pasado pocos meses juntos en una relación, tu sientes que pasaron 5 años y tienen un perrito y una casa juntos. Les entiendo, y más si su relación terminó cuando menos te lo esperabas, de la nada, de repente, DE TRANCAZO.