Nathalia es una joven de diecinueve años con una familia muy poco orgullosa de ella, con una hermana que sería el ejemplo digno que deberían seguir las hijas, con un trabajo en una tienda de discos y sin poder entrar a una universidad. Para poder sobrellevar esto, comparte su vida laboral con su mejor amigo Jarry, un muchacho que lleva en su sombra una historia desolada y gris, pero que aún así en frente de Nathalia le puede sonreír a la vida y ser el amigo que necesita. Ambos conocerán a Daniel y Samantha, una pareja que todos desearían tener, de aquellas que parecen sacadas de una novela romántica. Y aunque esta historia exista una familia que venera a su hija perfecta, esta también verá que existe un enorme afecto que no se atreve demostrar a Nathalia, que la hermana perfecta esconde defectos que cualquier otra persona podría tener, que el amigo leal en realidad se va enamorando poco a poco de su amiga y este no se da cuenta, y que la pareja ideal en realidad está pasando su peor momento y la relación cuelga de un hilo. Los defectos se hacen ver, pero Nathalia aprenderá no sólo a vivir con ellos, sino también a quererlos