Me llamo Mariana soy una chica de 21 años, con una carrera prometedora de Psiquiatría, gracias a mi potencial y un empujoncito de influencia de mi padre, trabajo en la clinica mental mas prestigiosa de Corea, soy latina originaria de CDMX pero desde hace 6 años vivo en Seoul, Corea del Sur con toda mi familia y mi novio, si así es soy novia de un idol Jeon Jungkook y tenemos un bebé de 1 año y medio.
La vida de Mariana es la mejor, podria decirse perfecta, lo tiene pero todo se tornará difícil después de que Mariana y Jungkook se casen, y comienzen a tener problemas como en todo Matrimonio, pero no problemas leves sino que habra dudas e infidelidad, porque uno de ellos se siente sin la debida atención, y Jungkook llega a dudar de que es el padre de él hijo que tienen, y que el otro bebé que viene en camino es de Kai su ex pareja, o de Jimin el mejor amigo de ambos.
El pasado de Jungkook regresara a atormentarlo a el y a su familia, aunque el mas afectado y objeto de venganza es su pequeño hijo, hasta que su suegros deciden intervenir, contándole a Jungkook el secreto de la familia Grey Steele, que la historia se repite y ahora afecta a su hija, a Jungkook y a su hijo, pero también los hacen entender que tienen que arreglar y superar sus problemas por ellos y por sus hijos.
Novela 100% mia
Ship V-Hope
Capitulos Hot
Infidelidad
Drama
Decepción
Final Feliz
¿Puede una chica romántica y delicada enamorarse de alguien tan ruda como Lynn Loud? Issabella Abrams era esa chica: amante del color rosa, del maquillaje, la poesía, y de las historias de amor. Todo lo contrario a Lynn Loud, quien prefería la acción, los deportes y no se preocupaba demasiado por lo sentimental.
A pesar de sus diferencias, había algo en Lynn que atraía a Issabella. Tal vez era su valentía o su determinación, o quizás el hecho de que Lynn no temía ser exactamente quien era. Mientras que Lynn también sentía cierto interés en Issabella, no entendía como no podía tentarse en ganar y ser la número uno, veía que ella era como una suave brisa que acariciaba el rostro hasta de quien no merecía con dulzura, dulzura que raramente a Lynn le encantaba.