Nació con los ojos del Rikuudou Sennin, un poder conferido por el mismo Hagoromo. Sus padres nunca le dieron la debida atención y por eso decidió forjar su camino él mismo. Las personas tienden a juzgar mal a los demás y Naruto Uzumaki no fue la excepción. Por el echo de nacer débil, fue ignorado, pero llego un momento en que aquél niño de pelo rubio se dio cuenta de que caminar sólo era su única manera de avanzar, aun así... Incluso el sabio debió buscar compañía para seguir por el buen camino.