Con tan solo catorce años, Harry cree firmemente que no hay persona más grandiosa que Louis. Él lo puede hacer de todo. Desde jugar magníficamente fútbol, hasta resolver ejercicios realmente difíciles de matemática en tiempos record. Pero a Louis verdaderamente no parece interesarle la idea de traer consigo un niño a todos lados. Lástima que vivan en el mismo edificio y que estudien en la misma secundaria. Al deportista no le queda de otra que aceptar el hecho de tener un "hermano menor". Pero ¿qué pasaría si, de un momento a otro, ese par de esmeraldas dejasen de parecerle un estorbo? Louis Tomlinson conocerá sus verdaderos sentimientos después de los desastres que podrá causar.