Coffee cup.

Con una taza de café. Con esto comenzó todo. Con esta insignificante cosa, te conocí, y entraste a mi vida sin querer salir.
Con esto, te pido que te salgas. Que te alejes. No quiero verte más. Y si crees no saber por qué quiero esto, lee toda la carta. Lo necesitarás.
Me he cansado, Eliot. Ojalá lo entiendas.
No, ya no te quiero. Cuando leas esto, no me verás. No me oirás. Lo único que sentirás será mi olor, mi perfume en esta carta. No me interesas.
No vuelvas a buscarme; me has dañado. Y así como no te importó dañarme, a mí tampoco me importa dejarte.

Recuerda ese día. Ese clima. Ese aroma que nos rodeaba en la cafetería. No creo que sea necesario recordarte la historia, puesto que sé que no la has olvidado. Léelo. Léelo todo, y entiéndeme. Compréndeme.

Te odio, Eliot.