Aquel que dijo que el amor duraba para toda la vida, lo pudo a ver dicho estando en dos instancias: Siendo una persona anciana que mira a su cónyuge con el que ha pasado gran parte de su vida, o siendo una persona con una enfermedad terminal enamorada de la persona que lo acompañaba. Ninguna de estas situaciones viven Giovanna y Juan Pablo, quienes sufren los estragos de una relación maltratada por la rutina y la poca preocupación de las partes.