A veces no todas las historias bonitas tienen finales felices. Siempre que llega algo bueno algo malo lo acompaña, esa es la ley de la vida no debería de extrañarnos. Tania no entendía porque el destino empezaba a jugar con ellos de tal manera. Cristian creía que todo esto en algún momento terminaría. Pero ambos entendían perfectamente que una pequeña chispa de magia comenzaba a crearse cuando los dos estaban juntos, aún en medio de la tormenta..