Hoy me siento peculiarmente sexy. No sé si es porque me puse mis pantalones negros ajustados o porque por fin conseguí el número de la chica que me gusta desde mis 8 años. Estoy seguro de que ahora soy un tema para platicar en los grupos de chicas y no es sólo por mi asombrosa manera de moverme. Además, componer canciones para todas es fácil; todas tienen diferentes historias que contar. Mi madre dijo claramente: "No confíes en nadie, tú también sabes mentir". ¿Quién iba a pensarlo? ¿Ella y yo, juntos? No creo que sea buena idea. Pero es ardiente tenerla cerca.