La mujer siempre ha sido vista como una figura de nobleza, de fragilidad, de amor y orden. En parte la han fichado como sumisa y sin poder alguno, y las mismas mujeres dejándose llevar por la sociedad y ha cambiado su personalidad y acomodándola a los deseos de los demás. Yo soy la diferencia de esta sociedad mentalmente dañada y discriminatoria. Yo les mostraré a no bajar de la posición que le corresponde a las mujeres.