Desde niños los cuentos se han encargado de distorsionar una realidad, expresándola en una frase: "Y vivieron felices para siempre". Cuán emocionante era leer el mismo final cliché, cuando la realidad es otra. El amor no es de color de rosa con la que lo pintan los cuentos, en la vida real es más que eso. Descúbrelo con esta historia de amor interracial. Experimentaran el sabor agrío, pero también lo dulce del amor. Acompáñame a leer un rato y ¡Bon appétit!
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