La resignación es la resaca del desamor, es callarse las lágrimas, apretar el puño, y aceptar que aquello que más querías se fue y ya no volverá. Es taparse la boca, tragar saliva y aguantar la tormenta. Es todo esto y mucho más, he aquí: Mi resignación de aceptar que el sol no volverá a salir, porque ya no estás.