A Tiempo.

Quizá en este último tiempo cambié más de lo que hubiese querido, y aunque tú ya no quieras ni verme, te ofrezco mil perdones por haber sido tan egoísta, por haber sido tan orgulloso y por no haber sido capaz de aceptar la verdad a tiempo.

No quiero que te sientas culpable, después de todo tú solo hiciste lo que tenías que hacer... y aunque eso me hiere hasta el alma, no podría estar más de acuerdo con ello.

Por último, necesito decirte que te amo, te amo más que a cualquier cosa o persona que pueda existir en este mundo. Nunca podría olvidarme del verde sobrenatural que habita en tus ojos, ni
del brillo de tu sonrisa y mucho menos podría olvidarme de la dulzura que hay en tus labios.

Extraño admirarte cada día, como antes lo hacía. Extraño respirar tu aroma. Extraño escuchar la delicadeza de tu voz. Extraño acariciar la suavidad de tu cabello. Extraño que tú seas lo último que vea antes de irme a dormir y lo primero al despertar.

Sé que resulta hipócrita (y tal vez hasta descarado) de mi parte estar escribiéndote esto, sé que ya es demasiado tarde y que alguna vez me dijiste que no creías en las terceras oportunidades, pero realmente necesitaba decírtelo.

Siempre tuyo, E.