SHEIWA

Cuenta la leyenda que miles de años atrás, los Arak, seres caóticos y destructivos fueron creados ante las plegarias de brujas oscuras hacia un dios desconocido. Maldito. Innombrable.

Tres humanos, llamados después trío de sombras fueron ofrecidos como sacrificio. Lanzados al océano y dejados en la oscuridad; alimentados por la soledad, muerte y el sufrimiento, cuando emergieron a la superficie ya no eran ellos mismo.

Nada podía matarlos. Con la capacidad de pasar desapercibidos y el poder del caos, bajo el mandato de aquellos que los condenaron, condujeron el mundo a la destrucción.

Como plaga, se extendieron hasta ser millones y nada los pudo controlar, ni siquiera las brujas, pues, el dios su parte ya había cumplido.

Con los años evolucionaron, y se multiplicaron. Los Arak tomaron conciencia propia, e imparables, acabaron con cualquier amenazara.

Su reinado de caos duró poco más de un milenio, después, la misma magia que los creó finalmente inclinó la balanza a lo que siempre debió ser. Equilibrio.

Caos y orden.

Con su evolución, surgió su debilidad.

Siendo cazados ahora, la guerra entre lo humano e inhumano perduró hasta que nuevos susurros, creencias y leyendas, llevarían a los humanos a creer que había un final.

No antes de desatar lo que podría llevar al mundo a la ruina o gloria.

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