En un mundo donde las jerarquías dominan y los alfas son las criaturas más fuertes, Louis era un omega que, con diecisiete años, fue obligado a casarse con el hijo del rey debido al desequilibrio económico acarreado por su padre. Por infortunio su desdicha no se resumía en una simple boda forzada. Su desgracia transcendía a más. La maldición que en ellos se cernía sería el colmo de cualquier calamidad.