Hola, mucho gusto, mi nombre es Cruz, es un placer soy un bartender , a lo mejor no tengo importancia, y no te interese este lugar,... tal vez, puede que llegue a ser muy extravagante, porque también somos un café ja,ja,ja... discúlpeme no fue mi intención ser grosero con usted.
Pero si, somos un bar café, aunque solo de día, pero no nos enfoquemos en eso ahora mismo sino mejor en la noche, donde lo interesante comienza,... caramba me desvié del tema, haber, comenzare de nuevo, hola otra vez, soy Cruz, y como dije antes soy un bartender y eso, somos un tanto reconocidos, lo suficiente como para que vengan personas famosas.
Mi padre es el verdadero dueño del local, él ahora no puede atenderte ya que esta ocupado es su otro trabajo allá en el infierno, ya que él es el diablo. Él me heredo el lugar por no atender sus otros asuntos, y de seguro te dirás "el diablo", pues si, es el Señor de las Tinieblas como se suele decir.
Pero ya es suficiente, dime ¿Te interesaría saber qué hacemos por aquí?...
¿A quién le importa cómo te llamas, quién eres o de dónde vienes? Solía decirme mi padre todos los días.
Las personas recuerdan más los hechos que los nombres, si haces las cosas bien y encaras a la vida con una sonrisa, la vida te sonríe por mas que el cielo este negro. Vivir con esa mentalidad no nos resulta muy fácil que digamos, una sonrisa se puede borrar muy fácil a lo largo de la vida, por una tontería, una ocasión incomoda o una tragedia, pero siempre hay algo por lo que vivimos, algo que nos mantiene en alto cuando caemos y nos levantamos, algo por lo que muchos no se juegan por miedo a que sea una ilusión, pero todos necesitamos creer en algo, mantenernos aferrados a un hilo de esperanza.
Este es el mío, vivir eternamente enterrado en el amor de una mujer, y aunque a muchos les parecerá estúpido, cada vez que cerraba los ojos mis pensamientos no la detenían.
*Recomendado leer "Él es inevitable" primero*