Lastimosamente nadie se dio cuenta de que tan destruida por dentro estaba, de que tan cansada estaba del dolor que pasaba.
Solo jugaban, solo hablanban.
Sin contemplar consecuencias.
No suelo poner las cosas en palabras. Siempre he sido más de guardármelo todo, de dejar que se acumule hasta que no queda espacio. Pero hay algo en esto -en lo que pasó- que no me deja tranquilo. No es para alguien más, no es un gran relato. Es solo algo que necesito soltar, aunque sea a pedazos.