SEGUNDA PARTE DE UN TROPIEZO DE AMOR Dicen que una mirada dice más que mil palabras. Existen muchos tipos de miradas, pero ¿miradas de amor? Sí, esas que cuándo pasan sientes como el mundo se pone de cabeza, esas que te aceleran el corazón, de las que te sacan una sonrisa y que nunca puedes olvidar. Una mirada de amor te transmite paz, te hace volar a mundos inmaginables, a cruzar ríos de ternura y nubes de cariño. Te eriza la piel, te estremece el alma, te conecta a tu destino y te hace pensar que todo es posible. Sí, para el amor nada es imposible. Hay una etapa especial dónde se experimenta con más fulgor este sentimiento, la adolescencia, es un momento difícil y a la vez hermoso, es un ciclo de cambios, experiencias y de los primeros amores. Amores mágicos como en los cuentos de hadas o quizá amores trágicos. Pero con todas sus dificultades la adolescencia sigue siendo el momento mágico del primer amor. Miah es una adolescente adinerada, es la más popular del colegio y la más hermosa. Es el centro de atención de todos, aunque es muy egoísta, egocéntrica y creída, además se burla de las demás chicas de su colegio. Nunca se ha enamorado porque según dice el amor no es para ella. Pero... ¿Será que ese chico de gafas que se sienta atrás de ella puede ser algo más? Miah descubrirá un secreto que hará que su vida dé un giro de 360 grados. ¿Conocerá el amor? ¿Qué secreto le espera por descubrir? Segunda parte de ~Un tropiezo de amor~ Queda totalmente prohibido la reproducción total y/o parcial de esta obra. Todos los derechos reservados.
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