Desde que nació, Harry siempre fue un gran fanático de la música, en general; la armonía, la veracidad de la misma, esa es la razón por la cual, pronto aprendió a tocar diversos instrumentos, el piano siendo su elemento favorito. Permanece junto a su gata Olivia, quien disfruta con deleite de sus conciertos privados en una de las mansiones de la calle Drew. O un AU donde Olivia se escapa para encontrarse con su amante nocturno que resulta ser la mascota del dueño de un camión de sándwiches con buenos consejos y sonrisas encantadoras.