Quando ni el peso, ni la edad, ni el tamaño, ni la belleza importa en una amistad, puede llegar a surgir un gran amor.
Y eso ocurre, cuando Analúa conoce a su nuevo compañero de piso.
Jordan, tiene 24 años, y es a lo que su madre consideraría una mala influencia para Analúa.
Pero su conexión espiritual es demasiado fuerte para que cualquiera pueda separarlos.
Jordan tiene una alma, capaz de tranquilizar a Analúa, su espiritu hippie, la liberta de toda energía negativa que le produce estudiar derecho.
Ella obviamente nunca imaginó enamorarse de un hombre como él, y él jamás se creyó capaz de perder la paciencia.