Siempre nos enseñaron que la Luna era un astro opaco, un satélite que no conseguía brillar por sí sola, pues refleja la luz del propio Sol. ¿Y si os digo que es más que un astro, que tiene una magia que nosotros negamos a creer, pues pensamos que realmente no existe?. Pensaríais que estoy loca, pero, ignoraba esto hasta que sucedió, algo que nunca hubiera creído si no lo hubiera vivido en mis propias carnes. Y todo comenzó cuando mi madre no logró despertarse...