Y el momento en que me di cuenta que si te perdía, habría perdido mi más grande fortuna, decidí que no volvería a soltar tu mano, quería que tus ojos fueran lo primero que viera al despertar y antes de dormir, que tu voz inundara mis pensamientos y tu sonrisa pintara mis días, si de algo no tenía duda era que el tiempo haría y desharía todo lo que fuera necesario, Nathalia.