Las Emociones en el Camino

Y en su absoluta soledad vio el reflejo de sus emociones y vio cara a cara a quien fue su verdugo y su sanador, su propia conciencia era la que a partes iguales la animaba y la juzgaba y se encargaba de hacerla ver lo que alguna vez fue.
No sé arrepentía de su pasado porque fue lo que la llevo al lugar en el que se encontraba pero tenía dudas sobre lo que era capaz de hacer, a veces se animaba y creía que si podía, pero en ocasiones el miedo la invadía y no la dejaba ser, vivía en una búsqueda constante de su verdadero ser y eso la llevo por distintos caminos, y conoció en su paso por el mundo diferentes seres que fueron unos luz y otros oscuridad, pero todos dejaron algo en ella que luego, en sus momentos de soledad dejaba fluir y notaba cuánto habían influenciado en su persona, diferenciaba lo bueno y lo que no era tanto, pero siempre firmemente convencida que era algo que debía aprender y aprovechar eso que en ella había quedado de esa experiencia que había pasado.
Aún creía en el amor y en las personas, aún creía que la humanidad tenía un oportunidad pero así mismo era conciente que había mucho que cambiar y que el primer paso para eso era dejar de esperar que los demás hagan el trabajo, necesitaba hacerle entender a los que a su alrededor se encontraban que cuando se deja de ser un yo y se pasa a ser parte de un todo era mucho más fácil llevar la vida; siempre fue una soñadora, nunca perdio su fe, pero muchas veces si se perdió en el camino, dió vueltas en círculo y le tocó reiniciar la marcha en varias ocasiones, pero nunca, nunca, se dió por vencida.