Viviendo entre hilos rojos, Midoriya Izuku se lamenta su falta: es el único que no tiene un hilo amarrado en su meñique y, por tanto, el único que no tiene un alma gemela con la que compartir el resto de su vida. Mas un día, ve a lo lejos a un rubio muchacho de ojos escarlata, quien tampoco tiene nada amarrado a su dedo. ________________________ Drabble KatsuDeku con el que participé en un concurso de amino