"Nunca olvides de dónde eres ni quién eres."
Anna, una chica audaz, ruda, y fría, sólo su mejor amigo, Christian, ha podido ver su lado cálido y amigable de ella. Su pasado y su condición de vida la han hecho de esta manera, ella sólo piensa en una cosa: salvar a su mejor amigo del reinado de sangre.
Arely, una chica dulce, amable y amigable con todo el mundo. A pesar de haber nacido en una cuna de oro ella sólo quiere ser libre de las obligaciones y empezar a ser ella misma. Su misión antes de ser la reina de Magnolia es: acabar con el reinado de sangre.
Ellas no se conocen, son polos opuestos, pero comparten una sola cosa en común, su rostro, el cual utilizaran como arma y escudo para poder combatir sus peores miedos, pelear por las injusticias sociales, y para decidir quién tomará el trono.
¿Podrán ellas acabar con el reinado de sangre?
¿Qué puede ser peor que morir?
Pues reencarnar en el cuerpo de la villana de la última novela que leí.
Renací como Meredith, la hija bastarda del Duque Bausteros, que es odiada por los protagonistas masculinos por atormentar a la protagonista principal, Enma. Y que al final es decapitada por secuestrar y torturar por dos meses a la protagonista.
Y yo que creía que morir de un disparo en la cabeza por la persona que más confiaba no era suficiente castigo, ahora debo sobrevivir a la mala trama de un libro de cuarta.
Maldita sea.