Para la Tylor Bell del pasado:
Todo lo que fue una vez, dejará de serlo, quisiera que la vida te hubiera dado el sol más brillante, uno que te hiciese crecer llena de sorpresas buenas, momentos memorables y secretos pícaros.
Sin embargo, recibiste una sombra producto de personas que no te supieron cuidar, sorpresas que rompieron tu corazón tantas veces que nisiquiera recuerdas parar un momento para reconstruirte otra vez; solo tienes secretos dolorosos que hoy en día te hacen la existencia un calvario.
Entraras en una adicción hacia las drogas, simplemente creyendo que todo tendría un poco mas de color, aunque pasaste por alto las resacas y mal humores, las bajadas de peso, la falta de hambre, las inminentes ojeras, entre otras cosas.
Y créeme, siempre, siempre hay un "pero" y esta no es la excepción.
No creciste con un sol propio desde pequeña, pero llegaron tres estrellas y te iluminaron de vida, la vida.
¿Sabes? No son cualquier estrella, no son estrellas fugaces.
Sólo te queda tolerar lo malo para llegar a conocer su brillo y para darte cuenta por fin, de que no hacen falta las drogas, ellos serían tu adicción de cada noche y tu resaca de cada mañana.
Aguanta, por favor.
Secretos que pesan más que los suspiros, dos corazones agonizantes anhelando ser salvados, aquellos corazones heridos que buscan una cura, al otro.
Unidos por una conexión que desafía las barreras del tiempo, descubren que el amor puede florecer incluso en medio del caos familiar que los rodea.
Mientras ambos luchan por encontrar su lugar en un mundo donde sus caminos no pueden cruzarse, las cicatrices ocasionadas por sus familias y los fragmentos de un amor perdido los persiguen. ¿Es posible soltar a quien una vez fue tu todo, aún cuando el destino parece decidido a mantenerlos separados?
Un amor, una pérdida y segundas oportunidades que demuestra que, a veces, lo más valiente es aprender a decir adiós.
Pero, ¿Crees poder despedirte del amor de tu vida?